Muchas veces queremos comprar un nuevo televisor o algún electrodoméstico que necesitamos, o necesitamos hacer alguna reparación en casa o en el auto, o simplemente queremos salir vacaciones con nuestra familia, pero no contamos con el dinero para hacerlo, la solución más efectiva es optar por un crédito personal, que nos permite financiar este tipo de gastos, y pagarlos en cómodas cuotas mensuales.
En la actualidad los bancos e instituciones financieras cuentan con una atractiva cartera de créditos personales, a los cuáles es bastante sencillo de acceder y brindan una gran cantidad de beneficios, por lo que cada día son más las personas que utilizan estos instrumentos financieros para poder adquirir los bienes o servicios que necesitan y luego pagarlos de forma fraccionada.
Los créditos personales son contratos que se establecen entre dos partes, un prestamista o acreedor, que es la entidad bancaria o financiera que otorga el crédito y el cliente o deudor quien recibe el dinero y se compromete a devolverlo en el plazo fijado, por supuesto que al capital prestado hay que sumarle los intereses que devenga y los gastos operativos asociados a la obtención del crédito.
Los pagos del crédito obtenido se realizan por lo general en cuotas mensuales, aunque muchas instituciones otorgan crédito en base a la nómina de empresas y organismos, en estos casos los descuentos se hacen de acuerdo a la modalidad de pago que reciba el deudor, la cual puede ser semanal, quincenal o mensual, el pago se realiza a través del descuento directamente del pago que recibe el deudor en la nómina de la empresa.
Créditos personales para el consumo –ver otros aquí–
La mayor parte de los créditos personales están destinados al consumo, las personas los utilizan para financiar sus necesidades de obtener bienes, productos y servicios que no pueden adquirir de forma directa, lo que los ha convertido en un medio muy eficaz de financiamiento que abarca una gran variedad de alternativas a las que se puede optar, entre ellas:
● Créditos personales para reparaciones en el hogar: destinados a financiar reparaciones menores o remodelaciones en el hogar, por ejemplo remodelar la cocina o los baños, cambiar la cubierta de pisos o pintar todo el inmueble, los plazos de este tipo de crédito oscilan entre 12 y 48 cuotas.
● Créditos personales para reparación de auto: destinado a financiar reparaciones importantes del auto propiedad del solicitante, como por ejemplo reparación del motor, caja, trabajos de latonería y pintura, adquisición de llantas, etc., los plazos de este tipo de crédito por lo general oscilan entre 12 y 36 cuotas.
● Créditos personales para viajes y turismo: créditos destinados a financiar parcial totalmente los gastos recreacionales del solicitante y su familia, los montos otorgados dependen del nivel de ingresos de deudor y por lo general se financian por un año.
● Créditos para adquisición de productos o servicios: muchas entidades financieras tienen acuerdos con almacenes y distribuidoras, los clientes que quieren adquirir un producto o servicio pueden solicitar el crédito directamente desde la tienda, este tipo de crédito se otorga muy rápidamente y el cliente obtiene el producto o servicio que necesita y lo paga en cómodas cuotas mensuales.