El testing de performance, o pruebas de rendimiento, es un conjunto de pruebas que evalúan la velocidad, la capacidad de respuesta y la estabilidad de una computadora, red, programa de software o dispositivo bajo una determinada carga de trabajo. Las organizaciones realizan pruebas de rendimiento para identificar cuellos de botella relacionados con el rendimiento.
Sin este tipo de pruebas, el rendimiento del sistema probablemente se verá afectado con tiempos de respuesta lentos, o bien experiencias que son inconsistentes entre los usuarios y el sistema operativo, creando una experiencia general deficiente para el usuario. Determinar si el sistema desarrollado cumple con los requisitos de velocidad, capacidad de respuesta y estabilidad mientras se encuentra bajo diversas cargas de trabajo ayudará a garantizar una experiencia de usuario más positiva.
Este tipo de pruebas pueden requerir ciertas pruebas cuantitativas llevadas a cabo en un laboratorio o, en algunos casos, en el propio entorno de producción. Los requisitos de desempeño deben ser identificados y probados. Los parámetros típicos incluyen la velocidad de procesamiento, las tasas de transferencia de datos, el ancho de banda y el rendimiento de la red, así como la eficiencia y la confiabilidad de la carga de trabajo. Por ejemplo, se puede medir el tiempo de respuesta de una aplicación cuando un usuario requiere una determinada acción, y esto se mismo se realizar a distintas escalas. Si los tiempos de respuesta son tan lentos que molestarían a los usuarios finales, esto significa que debe probarse el programa para encontrar dónde está el cuello de botella.
Las pruebas de rendimiento (click aquí) se pueden usar como herramienta de diagnóstico con el objetivo de localizar cuellos de botella de comunicación o informáticos dentro de una aplicación. Los cuellos de botella son un punto o componente único dentro de la función general de un sistema que frena el rendimiento general. Por ejemplo, incluso la computadora más rápida funcionará mal en la web si el ancho de banda es inferior a 1 megabit por segundo (Mbps). Las tasas de transferencia de datos lentas pueden ser inherentes al hardware, pero también pueden deberse a problemas relacionados con el software, como demasiadas aplicaciones ejecutándose al mismo momento o bien un archivo malogrado en un navegador web.
Las pruebas de rendimiento se pueden utilizar, dentro del amplio abanico del testing de software, para ayudar a identificar la naturaleza o la ubicación de un problema de rendimiento relacionado con el software al resaltar dónde una aplicación puede fallar o retrasarse. Esta forma de prueba también se puede usar para garantizar que una organización esté preparada para un evento importante predecible, o bien para tiendas en línea, por ejemplo.
Las pruebas de rendimiento también pueden verificar que un sistema cumpla con las especificaciones declaradas por su fabricante o proveedor. El proceso se puede utilizar para comparar dos o más dispositivos o programas.
Junto a otros tipos de pruebas, estas pruebas de performance o de rendimiento son una parte fundamental para que una aplicación o programa salga al mercado y presente un adecuado rendimiento que satisfaga a los usuarios, de modo que no vayan a querer abandonar el programa o software en pocos segundos.