Los préstamos son un elemento de apoyo financiero que se incrementa en Uruguay en la medida que los interesados gestionan en las oficinas físicas y en los portales online la información concreta que les permite contar con datos precisos para solicitar sus créditos para resolver avances de dinero que ameritan para invertir o cancelar deudas.
Existen muchas alternativas crediticias, tales como:
Préstamos personales
Son productos que en Uruguay permiten recibir dinero o capital de préstamo de una institución, banco, empresa administradora de préstamos o de servicios financieros o bien sea de una cooperativa de intermediación crediticia y a cambio, los solicitantes se comprometen a devolver la cifra otorgada junto a los intereses que le corresponde a dichas cuotas.
Son los más fáciles de obtener y de menor cuantía, casi siempre tienen mayor costo que se mide por la tasa de interés que es mayor al que se aplica a un préstamo hipotecario. Son ideales para comprar electrodomésticos, un automóvil o un servicio a financiar. Para que sea aprobado la entidad financiera estudia la capacidad de pago y los ingresos por lo que solicitan la declaración de bienes.
En cuanto a las garantías generalmente piden una real, excepto en los créditos de automóviles que son prendados a favor del banco que presta el dinero para adquirirlo. Es decir, si los créditos no son cancelados estos pueden ser embargados por parte de la institución financiera.
Son créditos personales ya que se solicitan garantías específicas como respaldo y son más amplios. Pero, su garantía general son los bienes actuales y futuros de quien recibe el crédito y por lo tanto estos pueden ser embargados.
También se llaman créditos de consumo porque las instituciones de intermediación financiera y las empresas administradoras de préstamo ofertan muchos créditos personales a los cuales les colocan distintos nombres comerciales.
Préstamos con opción a compra –ver más–
Son conocidos como leasing financiero o alquiler con opción a compra de bienes. Estas operaciones son ofrecidas por instituciones financieras y bancos que cuentan con la autorización debida para ceder al cliente durante cierto lapso de tiempo determinada el uso de un bien mueble o inmueble. Los clientes cancelan cuotas mensuales y pueden optar por la compra cuando finalice dicho contrato.
Como en todos los tipos de préstamos las instituciones evalúan la capacidad de pago de sus clientes y consideran la posibilidad de que con sus ingresos puedan cancelar los gastos mensuales y las deudas, para calcular si realmente contarán con un remanente para cancelar el préstamo que están solicitando. Igual, valoran el patrimonio como inmuebles, inversiones y cuentas bancarias de los solicitantes.
Para considerar la aprobación de estos créditos y su garantía los bancos también someten a consideración el historial crediticio o historia del cumplimento del pago que sus clientes hayan tenido con otros créditos otorgados.
Cuando consideran que hay dudas referentes a la capacidad de pago o al historial en los créditos de sus clientes consideran que la garantía no es suficiente y seguramente solicitan que otra persona sea garante o fiadora del compromiso de pago y esta se hace cargo de la deuda en caso de que el cliente no cancele