Las ventajas que nos provee el internet en nuestras vidas son alucinantes. Hoy en día, prácticamente toda persona tiene una potente computadora pequeña en el bolsillo o la cartera, en los cuales podemos acceder en minutos a toneladas de información.
Por otro lado, uno nunca sabe cuándo va a necesitar efectivo. Lamentablemente, absolutamente nadie está libre de un accidente por el cual necesite dinero urgentemente. También, necesitamos dinero para cuando queremos irnos de vacaciones, cuando queremos celebrar un festejo especial o para cuando queremos comprar algo que deseemos.
Combinando la necesidad de dinero con la ventaja del internet, es ahí donde las empresas que ofrecen créditos ponen al servicio del usuario sus plataformas o aplicaciones para que se puedan solicitar los préstamos de manera fácil y rápida desde cualquier lugar a través de un celular o una PC, las veinticuatro horas del día.
Cuando una persona quiere solicitar, en primer lugar, tiene que decidir qué monto quiere pedir. Luego de eso, tiene que decidir en cuántas cuotas quiere repagar dicho crédito al banco o a la institución financiera. Dependiendo dichos factores, la institución crediticia le ofrecerá cierto monto de las cuotas para cancelar el crédito.
La ventaja del internet es que este primer paso se puede realizar en apenas minutos, en cualquier momento del día y desde cualquier lugar, debido a que se puede realizar desde un aplicativo móvil o desde una página web, y existen decenas de opciones en Uruguay para eso.
La siguiente etapa es que la institución crediticia analiza el perfil crediticio del solicitante. Se fijan que la empresa no esté en el clearing, aunque en pocas excepciones permiten que de igual manera soliciten el préstamo.
Asimismo, le solicitan la documentación relevante. En todos los casos debe haber alguna manera de demostrar el domicilio. Para eso, es común usar algún recibo de luz, agua o teléfono. Otro de los requerimientos es demostrar la identidad, usándose la cédula de identidad para eso normalmente.
Cuando el solicitante es extranjero, es normal solicitar pasaporte. Otro requisito fundamental es poder demostrar ingresos. En este caso se utiliza el recibo de sueldos para aquellos trabajadores dependientes. Por parte de los independientes, tienen que hacerlo mediante certificado oficial de un contador público o un escribano público.
Otra forma es a través de documentación de la empresa. En cuanto a los jubilados, tienen que demostrar con recibos de su jubilación que están percibiendo ingreso suficiente como para repagar el crédito.
Si la documentación está en orden, la aprobación del préstamo es rápida y la persona podrá hacer uso del dinero en cuestión de horas. Normalmente, la mayor parte de los casos son así y no suele haber inconvenientes.
Los problemas son cuando los montos solicitados van por encima de las posibilidades de repago del solicitante, o bien la persona ya tiene deuda con alguna institución crediticia. El retiro de fondos puede ser en ventanilla, en Abitab o Red Pagos, y en algunos casos por transferencia bancaria.
Combinando la necesidad de dinero con la ventaja del internet, es ahí donde las empresas que ofrecen créditos ponen al servicio del usuario sus plataformas o aplicaciones para que se puedan solicitar los préstamos de manera fácil y rápida desde cualquier lugar a través de un celular o una PC, las veinticuatro horas del día.
Cuando una persona quiere solicitar, en primer lugar, tiene que decidir qué monto quiere pedir. Luego de eso, tiene que decidir en cuántas cuotas quiere repagar dicho crédito al banco o a la institución financiera. Dependiendo dichos factores, la institución crediticia le ofrecerá cierto monto de las cuotas para cancelar el crédito.
La ventaja del internet es que este primer paso se puede realizar en apenas minutos, en cualquier momento del día y desde cualquier lugar, debido a que se puede realizar desde un aplicativo móvil o desde una página web, y existen decenas de opciones en Uruguay para eso.
La siguiente etapa es que la institución crediticia analiza el perfil crediticio del solicitante. Se fijan que la empresa no esté en el clearing, aunque en pocas excepciones permiten que de igual manera soliciten el préstamo.
Asimismo, le solicitan la documentación relevante. En todos los casos debe haber alguna manera de demostrar el domicilio. Para eso, es común usar algún recibo de luz, agua o teléfono. Otro de los requerimientos es demostrar la identidad, usándose la cédula de identidad para eso normalmente.
Cuando el solicitante es extranjero, es normal solicitar pasaporte. Otro requisito fundamental es poder demostrar ingresos. En este caso se utiliza el recibo de sueldos para aquellos trabajadores dependientes. Por parte de los independientes, tienen que hacerlo mediante certificado oficial de un contador público o un escribano público.
Otra forma es a través de documentación de la empresa. En cuanto a los jubilados, tienen que demostrar con recibos de su jubilación que están percibiendo ingreso suficiente como para repagar el crédito.
Si la documentación está en orden, la aprobación del préstamo es rápida y la persona podrá hacer uso del dinero en cuestión de horas. Normalmente, la mayor parte de los casos son así y no suele haber inconvenientes.
Los problemas son cuando los montos solicitados van por encima de las posibilidades de repago del solicitante, o bien la persona ya tiene deuda con alguna institución crediticia.
El retiro de fondos puede ser en ventanilla, en Abitab o Red Pagos, y en algunos casos por transferencia bancaria.